Presentación de las clases
Estas clases corren a cargo de Daniel Meseguer.
A través de las clases de Danza Clásica tendrás la oportunidad de aprender la técnica necesaria para adquirir una correcta alineación corporal, orientación espacial, educación musical y sensaciones para transmitir y emocionar.
Basándonos en una mezcla de escuelas (rusa, italiana y francesa), adquiriremos el conocimiento de los múltiples pasos que componen dicha técnica.
Trabajaremos fuerza y flexibilidad, buscando un equilibrio entre ambas, así como, ritmo y coordinación, control y equilibrio, entre las distintas partes del cuerpo, siguiendo el pulso de distintas melodías clásicas y neoclásicas.
El aprendizaje será constructivo: desde lo más sencillo, a lo más complejo. Adaptándonos al nivel aptitudinal y a las capacidades actitudinales de cada alumno/a.
¿Que es la Danza Contemporánea?
La danza contemporánea surge como una reacción a las formas en las que tenemos llamadas como clásicas y probablemente como todas nuestras necesidades de expresarse más libremente con el cuerpo. Es una clase de danza en la que se busca expresar, a través del bailarín , una idea, un sentimiento, una emoción, al igual que el ballet clásico, pero mezclando movimientos corporales propios del siglo XX y XXI.
Su origen se remonta hasta finales del siglo XIX. En los inicios se buscaba una alternativa a la estricta técnica del ballet clásico, empezaron a aparecer bailarines danzando descalzos y realizando saltos menos rígidos que los tradicionales en el escenario. Con el tiempo, fueron apareciendo variaciones en las que la técnica clásica brillaba por su ausencia e incluso se introducían movimientos de otras técnicas corporales, como el flamenco, movimientos de danzas tribales y hasta del yoga. Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, este renovado estilo de danza se llamó danza moderna, pero su evolución desde finales de los años 1940 en adelante llevó a que se prefiriese a partir de entonces emplear la expresión danza contemporánea.
La danza contemporánea puede hablar de un concepto, proponer un ambiente o presentar movimientos con el propósito de conseguir una estética determinada, no siempre tiene que contar una historia, busca la innovación y la creación de nuevas formas de movimiento de acuerdo con las necesidades del coreógrafo o el intérprete.