Presentación
La Escuela de Clown Hij@s de Augusto nació en 2002 con el propósito de contribuir al crecimiento de la presencia del la figura del clown y lo que representa en nuestra sociedad. Nuestro principal objetivo es acercar el espíritu payaso al mayor número de personas posible para que luego cada cual lo utilice como desee.
¿Cómo entendemos el Clown?
Como un ser que vive, siente y reacciona de las mil y una maneras que una persona puede registrar en cualquiera de sus fases vitales: infancia, adolescencia, madurez, vejez…
Nuestro clown tiene como referencia a cada uno de nosotros cuando nos deslizamos hacia esa especie de otro yo. Por ello, en él se condensan y sintetizan todos nuestros rasgos más acusados, tanto los que mostramos con más facilidad como los que ocultamos por razones personales, sociales o culturales. Así pues, cuando descubrimos nuestro clown, enriquecemos nuestro autoconocimiento y ampliamos y amplificamos nuestros registros emocionales, conductuales y vitales.
De esta manera, descubrir nuestro clown se convierte en una apasionante aventura, divertida y liberadora. Adecuada para cualquier persona que desee conocer o desarrollar aspectos de su personalidad aletargados por la rutina y las normas sociales.
Estamos, pues, ante una forma de expresión y comunicación directa, sincera y primaria. Con ella, recuperaremos el placer del juego, el “dejarse llevar” y los estados de máxima sensibilidad en los que sentimos y reaccionamos más allá de los convencionalismos y las costumbres.
El encuentro con nuestro clown podrá convertirse, pues, en una especie de sano viaje a lo más AUTÉNTICO de cada uno. En este viaje potenciamos los elementos fundamentales de lo que hemos llamado personalidad payasa: inocencia, vulnerabilidad, sensibilidad, creatividad, honestidad, ternura, pasión, líos, soluciones, espíritu positivo, emociones, juego…
La exploración de estos elementos facilitan la empatía y la comunicación con nuestro entorno, mejoran nuestro estado de ánimo y nuestro humor, facilitan una mirada diferente del mundo y permiten nuestro desarrollo como personas.
Ser Clown significa estar Clown.
Percibir, sentir, accionar y relacionarse desde un ESTADO PAYASO, que consiste en estar contigo mismo, tendiendo un puente hacia los demás a través de la mirada.
SUS GRANDES VERDADES
El Clown representa nuestro mejor otro yo y la posibilidad, por tanto, de practicar la esquizofrenia sana.
El clown es y siempre debe ser auténtico.
El clown es sincero y espontáneo.
La mirada del clown es un espejo a través del cual vemos su interior y nuestro reflejo en él. Por tanto, es transparente. Sus intenciones se ven, incluso cuando intenta engañar.
El clown es apasionado, todo lo siente y lo hace al 100 % de intensidad
El clown es la esencia de nuestro niño interior filtrada por las experiencias.
El clown es creativo y la creatividad se manifiesta en su estado más puro ante las limitaciones.
El clown es un ser libre y, desde esa libertad, se relaciona con el espacio, el tiempo, los objetos y las personas.
SUS EMOCIONES
Las emociones del clown son su plataforma de acción, es decir, detrás de cada acto hay una emoción que lo motiva.
En el registro emocional de un clown, éste puede pasar de un estado a otro con la misma rapidez que lo sienta dentro de sí.
Sienta la emoción que sienta, es imprescindible que el clown transmita siempre ternura.
El clown no es consciente de exagerar. Si lo hace, es debido a su apasionamiento, que le hace creer en la veracidad de su exageración.
El clown es complejo, es decir, está compuesto de variadas características que conforman sus múltiples rasgos de personalidad, lo cual le confiere una gran riqueza expresiva, emocional y personal.
El clown tiene una buena autoestima. Cree en su inteligencia, aún cuando ésta le traicione, lo cual ocurre con bastante frecuencia.
El clown es un ser vulnerable pero no frágil. Al contrario, casi siempre animoso y positivo frente a las dificultades.
SU RELACIÓN CON EL EXTERIOR
El clown es curioso ante el mundo que le rodea.
El clown no acepta más reglas que las que requieren el presente inmediato y el amor y el respeto al ser humano.
El clown no busca problemas. Se los encuentra constantemente y ello le moviliza.
El clown no pretende divertir sino divertirse. No busca hacer reír sino el cariño del público. La risa y la diversión se producen como consecuencia del choque entre el espíritu y la lógica del clown, por un lado, y los de la sociedad y los demás, por otro.
El clown juega constantemente. Es su manera de explorar, de aprender, de conocer, reconocer y relacionarse. Es su forma de vivir.
SUS DUALIDADES
El clown condensa en sí mismo a Don Quijote y Sancho Panza. Es idealista y pragmático. Soñador y realista.
El clown es persona de grandes proyectos y objetivos, pero en el camino suele encontrar pequeñas cosas que atraen su atención y se convierten en prioritarias.
El clown puede ser frágil o duro, fuerte o débil. Todo depende de su estado anímico, sus motivaciones y su soledad o compañía.
SU LENGUAJE
En la manera de expresar del clown, una imagen vale más que mil palabras, aunque una frase corta a tiempo explica más que mil gestos excesivos.
En el clown, la comprensión y utilización del lenguaje es lógica y primaria.
SU LADO OSCURO
El clown no insulta, expone sus opiniones y/o emociones a través de palabras que juegan ese rol. En su boca, cualquier palabra puede cumplir ese objetivo: cantábrico, entelequia, tontornillo, raciocinio, pinacoteca, toliliputiense, etc.
El clown no transmite violencia… ni cuando agrede.
El clown puede conducirse de manera cruel, siempre y cuando se produzca un efecto distanciador de dicha crueldad para el que mira: inconsciencia al hacerlo, exageración al imaginarlo, excentricidad en la forma de realizarlo, rectificación inmediata…
SUS ACCIONES
En la manera de comportarse del clown, no existen tonterías. Todo lo que hace tiene coherencia, la suya. Eso convierte cualquiera de sus actos, incluso el más absurdo, en normal.
El clown permanece en constante estado de máxima sensibilidad, es decir, exento de la obligación de tener que hacer algo, y atento a cualquier percepción que le catapulte a hacer.
El mundo de los payasos gira en torno a sus problemas y cómo resolverlos.
El clown siempre encuentra solución a cualquier problema, aunque ésta sea una solución clown. Esto es, impensable para cualquier otra persona, pero satisfactorio para él y coherente con su forma de ser.