La Escuela de Violería (antes llamada Escuela de Violeros), abrió sus puertas en 2014. Desde entonces ha impartido cinco cursos y ha recibido alumnos procedentes de diferentes procedencias: España, Francia, Bélgica, México, Colombia, Honduras, EUU y Puerto Rico.
Aunque nuestra oferta se dirige prioritariamente a las personas interesadas en llegar a profesionalizarse, aceptamos también a cualquiera que no haya podido tener la oportunidad de aprender el oficio y quiera ahora, con cualquier edad, participar de esta experiencia artística singular.
Interesados en una formación de contenidos más teóricos, se introducen en las técnicas de investigación sobre violería, desarrollando trabajos tutelados de análisis de fuentes iconográficas y documentales que podrán ser publicados en las mejores revistas especializadas.
También intentamos motivar a los alumnos en la investigación, promoviendo trabajos que pueden ser publicados en nuestra Revista de Violería, en cualquier otra Revista de musicología, Organología o Historia del Arte.
En España no se contemplan títulos oficiales para enseñanzas de violería, guitarrería o luthería. Desde la escuela concedemos un título y estamos en negociaciones para que tengan un reconocimiento como título propio de la Universidad de Zaragoza. También estamos trabajando para lograr un reconocimiento del Gobierno de Aragón.
No exigimos un nivel previo de conocimientos, y los contenidos se adaptan a cada uno de los casos.
Información Adicional
Profesores.
La escuela cuenta con un profesor permanente y varios profesores especialidades en diferentes disciplinas. El director, Javier Martínez es doctor en Historia del Arte (El Arte de los violeros españoles, 1350-1650 (UNED-Universidad de Zaragoza, premio extraordinario de doctrado 2016), presidente de la Asociación Española de Luthiers y Arqueteros Profesionales (AELAP) y violero profesional. Los profesores especializados son alumnos titulados en la propia escuela y en otras escuelas de luthería.
Pecio
El precio varía en función del número de horas. Las personas interesadas nos plantean un horario posible y adaptamos el cursillo en horas sueltas, o de acuerdo a un horario fijo.