La diplomatura de Enfermería pretende aportar al alumnado la necesaria e imprescindible formación teórica con respecto a los procedimientos y técnicas del cuidado de personas desde una perspectiva integral, considerando simultáneamente aspectos biológicos, psicológicos-afectivos, familiares y sociales.
La formación teórica está coordinada con la formación práctica con objeto de moldear comportamientos y actitudes que deben regir las actuaciones profesionales.
Características académicas
La diplomatura de Enfermería se compone de un solo ciclo de tres cursos académicos de duración, en el que progresivamente se va formando el alumnado.
La realización de las prácticas intrahospitalarias y extrahospitalarias (desde quirófanos hasta centros de salud) y la asistencia a clases teóricas conlleva una dedicación casi exclusiva del alumnado a su formación.
El primer curso constituye un pilar fundamental para la formación posterior. En éste, los alumnos adquieren unos conocimientos básicos generales de la Enfermería (Fundamentos de Enfermería), los aspectos biológicos (Anatomía, Fisiología, Bioquímica, Microbiología) y psicosociales (Ciencias de la Conducta) necesarios para adquirir una formación en los cuidados de las personas en diferentes situaciones.
Durante los dos cursos siguientes se adquieren los conocimientos y habilidades en el cuidado de los principales trastornos biológicos que afectan a las personas, desde la concepción e infancia (Enfermería Materno-Infantil), hasta las últimas etapas de la vida (Enfermería Geriátrica), sin olvidar los principales trastornos y los cuidados de las personas adultas (Enfermería Médico-Quirúrgica). Al mismo tiempo, se forma al alumnado en los cuidados de las personas que padecen trastornos mentales. Pero la Enfermería no sólo interviene sobre enfermedades en curso, sino en la prevención, promoción y mantenimiento de la salud (Enfermería Comunitaria). Para poder atender en tan amplia variedad de situaciones los diplomados en Enfermería también reciben formación en los aspectos éticos y legales que les afectan (Legislación y Ética), así como en los nuevos avances de la Farmacología, Nutrición y Dietética.
Formación básica previa
Es recomendable tener buena base en Biología y Química. Otras materias optativas que pueden enriquecer la formación del estudiante de Bachillerato que decida estudiar Enfermería son: Introducción a las Ciencias de la Salud, Biología Molecular y Ética y Desarrollo Técnico Científico.
Perspectivas profesionales
Las personas diplomadas en Enfermería tendrán las siguientes competencias:
Prestación de cuidados integrales, ya sea a nivel individual, familiar o comunitario, en situación de salud (promoción de la salud y prevención de la enfermedad), curación y rehabilitación.
Integración plena y activa en equipos de salud desempeñando las funciones propias de la Enfermería.
Mayoritariamente los diplomados en Enfermería ejercen sus labores profesionales en hospitales. No obstante, un número importante de ellos actúa profesionalmente en la atención primaria (fundamentalmente en los centros de salud) o en la prestación de asistencia geriátrica a domicilio. Un número reducido desempeña labores de gestión, planificación, docencia e investigación.
Hasta hace poco tiempo los alumnos que finalizaban la diplomatura no tenían problemas para ubicarse profesionalmente, ya que existía una gran demanda laboral. Sin embargo, desde hace algunos años esta situación se ha modificado dado el desfase entre el número de diplomados en Enfermería y las ofertas de empleo. Esto ha llevado a que algunos profesionales ejerzan su profesión por cuenta propia. Además, recientemente estos titulados también son requeridos en centros pertenecientes a países de la Comunidad Europea, tales como Italia y Portugal.
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