El abundante empleo de medicamentos y de otros productos sanitarios que indefectiblemente conlleva el ejercicio de la práctica profesional de los podólogos y podólogas, tiene una innegable repercusión sanitaria, social y también económica. En el ámbito de la práctica clínica, el uso de sustancias farmacológicas que buscan un cambio rápido en la evolución clínica del paciente es cada vez más frecuente y sistemático, haciendo que la necesidad de utilizar adecuadamente estos productos sea no solo una necesidad, sino también un compromiso ético con el paciente y con la profesión misma. La formación de los profesionales de la podología en los aspectos relacionados con la farmacoterapia, supone efectos beneficiosos tanto para mejorar la eficacia del uso de fármacos y productos sanitarios a nivel clínico, como la para la mejora de la seguridad y la prevención de los problemas asociados al uso de los mismos. Por otra parte, los cambios relacionados con la Ley 28/2009 de 26 de julio sobre Garantías y Uso Racional de Medicamentos al respecto de la prescripción farmacológica, amplían de manera significativa las competencias que en materia de prescripción y uso de medicamentos se otorgan a los profesional de la podología y generan una importante necesidad formativa entre este colectivo de profesionales de la salud de manera que conozcan y se sientan capacitados para aplicar adecuadamente los principios de farmacocinética y farmacodinamia, acción y efectos, reacciones adversas e interacciones farmacológicas a la práctica clínica asistencial con la suficiente independencia y calidad.