En la actualidad, no existe un único modelo familiar. La familia actual tiene que competir con nuevos agentes educativos, como son los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. A estos nuevos roles se añade el acceso de las mujeres al trabajo fuera del hogar que, junto a otras muchas variaciones sociales y demográficas, han afectado a los roles tradicionales desempeñados en el seno familiar. Estos cambios plantean la necesidad de formación especializada en habilidades para el manejo de los problemas, las crisis o los desajustes familiares, y encaminada hacia la búsqueda de unas relaciones saludables en el seno de la familia.